Instagram, Snapchat, Facebook, Twitter y un sinfín más de recursos para estar al día en las noticias de tus amigos, sus rollos, sus romances, sus vacaciones y demás. Es como si de pronto te pudieras enterar sin esfuerzo de todo lo que pasa en el mundo de tu red social. Además de que puedes hacer un mini casting de opciones para salir al recorrer a los amigos de tus amigos y si alguno te late lo agregas y le escribes… En realidad es bastante simple ligar hoy en día. ¡Súper padre!
¡Ah! Pero hay varios trucos en estas redes que te pueden hacer caer en el mal uso de ellas y que pueden afectarte emocionalmente o meterte en problemas con los demás. Para evitarlo te doy tres sencillos tips:
Ahora para saber que tan buen uso haces de estas redes. Contesta sinceramente estas preguntas con SÍ o NO.
Antes de comenzar a leer te pido que cierres los ojos por unos segundos y recuerdes:
Ahora bien, ¿qué ha pasado con sueño? Tal vez mucha gente te haya dicho que es imposible, tal vez te convenciste de que no eras capaz de hacerlo o tal vez dejaste de soñar y te has dedicado a vivir en la ley de la inercia.
¿La ley de quéeee? La ley de la inercia… es decir en seguir avanzando sin un objetivo o un rumbo fijo. Dicen que estaba un maestro oriental enseñando a un grupo, cuando saca su arco y flecha, se venda los ojos y apunta hacia una diana. Todos los alumnos miran intrigados pensando en lo talentoso que es el maestro quien puede acertar sin mirar. El maestro dispara y cuál sería su sorpresa al descubrir que falla. ¡Ohhhh!, se escucha, cuando el maestro interrumpe para preguntar: “¿Cuál es la lección que aprendieron?”. Silencio sepulcral… Y continúa: “Ya veo… la lección es que nadie puede atinar en un objetivo que no puede ver”. Así que lo primero para seguir un sueño ¡es tener uno y verlo claramente!
Mariana es una niña tranquila, de buen carácter, amable y buena estudiante. Llegó el momento de asistir a la nueva secundaria… Desde el primer día Constanza y Daniela la vieron feo, pues era la “nueva” y por ello se comenzaron a dar el lujo de discriminarla. “Boba”, “tonta”, “nerd”, “fea”, “pobretona”, “cualquiera”… eran las palabras que rebotaban en el cerebro de esta recién ingresada a diario en las clases, en los pasillos, en el recreo y donde fuera que estas chicas rudas se encontraban a Mariana. El día pasaba lento entre las paredes de secundaria.
Mariana lo reportó a sus padres, ellos tranquilos dijeron: “Son sólo palabras, no les hagas caso y por favor no te metas en problemas, no podemos andar cambiándote de escuela”. Mariana hacía lo posible por evadir a sus agresoras, quienes a todos los que podían marginaban… disfrutaban con el dolor de otros, hasta parecía que comían lágrimas.
¿Cuántas veces has oído la palabra “buena onda”? ¿O el típico comentario “sé buena onda? Te aseguro que muchas y ser buena onda es más fácil de lo que crees. Ser buena onda es una actitud para cada cosa de la vida.
Y ¿qué es la actitud? Es la manera en que reaccionas cuando algo te pasa.
Te pongo un ejemplo: Estás desayunando y de pronto tu hermanita te tira el jugo encima. Aquí hay dos maneras de reaccionar:
Karla hizo la fiesta más bonita para sus XV años, sus padres habían ahorrado toda una vida para este día y un año antes comenzaron a preparar todo: el vestido, los bailes, los trajes, los recuerdos, las velas, todo, todo tenía que ser perfecto para este día. Por supuesto que Karla estaba feliz e involucró a cada una de sus amigas en estos ensayos por lo que todos disfrutaron de la planeación del evento.
Lo más importante para los papás de Karla era que este día estarían presentando a su hijita como toda una mujer y por supuesto que estaban ilusionados en verla pronto vivir un noviazgo bonito como cada niña inocente y buena merece. Karla también estaba convencida de que debería tener novio formal y sus primos hasta la amenazaban en tono de broma, que si no era novio bien iban a golpear al “fulano”.
Era hermoso ver a Karla en estos días, emocionada, plena, feliz, ilusionada, soñadora, lindísimo ver a una niña pasando una nueva etapa llena de amor. Queriendo dar, queriendo amar con pureza, sin lastimar ni ser lastimada… Trrrrrrr… ¡Alerta! ¡Peligro! Trrrrrr… así es como debería de ser y así es como las cosas funcionarían mejor, pero actualmente parece que hay una campaña para lastimar “Karlas” y muchos chavos juegan y se burlan de estas ilusiones.
El día de sus XV años Karla subió toda la información del evento a su Facebook y sus amigas ponían comentarios de emoción, apoyo y palabras de cariño a su amiga. “Nos vemos al ratito, ay, estoy nerviosa…”, puso esta linda princesa en su muro antes de irse con su mamá al salón de belleza. Platicaron por horas y todo estuvo a tiempo y bien, su mamá la maquilló un poco y cuando todos vieron a Karla con su hermoso vestido morado se quedaron con la boca abierta.