¿Cuántas veces has oído la palabra “buena onda”? ¿O el típico comentario “sé buena onda? Te aseguro que muchas y ser buena onda es más fácil de lo que crees. Ser buena onda es una actitud para cada cosa de la vida.
Y ¿qué es la actitud? Es la manera en que reaccionas cuando algo te pasa.
Te pongo un ejemplo: Estás desayunando y de pronto tu hermanita te tira el jugo encima. Aquí hay dos maneras de reaccionar:
- Le gritas a tu hermanita, te enojas. Tu mamá te regaña por gritarle a tu hermanita, le contestas, se pelean. Subes corriendo a cambiarte, en el camino te pegas con la mesa del pasillo y te enojas más. Buscas qué ponerte y nada te gusta. Te enojas más. Oyes el claxon del camión… arranca el camión y te deja. Tu papá te deberá llevar a la escuela y se enoja, obvio que tú también. Llegas a la escuela: tarde y enojada.
- Le pides a tu hermanita de buena gana que tenga más cuidado. Subes y te cambias, aprovechas para lavarte los dientes. Bajas tranquilamente. Te despides de tus papás. Sales de tu casa, llega el camión, te subes y te vas sonriendo a la escuela.
¿Te das cuenta que el hecho es que se cayó el jugo, pero todo lo que sucedió después es tu actitud? Pues justamente ser buena onda es tener una actitud alegre ante las cosas. ¿Suena fácil no? Pero en realidad, es un ejercicio diario para llegar a ser buena onda cada día, en cada cosa que vives.
¿Qué tan buena onda eres?
Contesta sinceramente estas preguntas con SÍ o NO.
- ¿Te gusta que los demás se sientan bien?
- ¿Si haces un comentario te fijas en la cara que ponen los demás?
- ¿Si a alguien parece molestarle algo que dijiste, de inmediato te disculpas?
- ¿Por lo general, tienes detalles con los demás (dejas pasar en la fila, recoges algo que se cae, sonríes)?
- ¿Evitas criticar?
4 a 5 SÍ: Eres muy buena onda y te interesa que haya una buena convivencia con los demás. Disfrutas ver a alguien feliz y tratas de tener detalles con los demás, sólo por el gusto de hacerlo. Piensas en los sentimientos ajenos y en verdad te importa la gente. ¡Felicidades! Seguramente estás rodeada de amigos.
3 SÍ: Te gustaría ser más buena onda, pero a veces te cuesta trabajo pensar en los demás. Quizás tienes un poco de miedo en mostrar el gran corazón que tienes y por ello prefieres mantenerte al márgen. ¡Inténtalo! Vale la pena ser buena onda.
1 a 2 SÍ: Piensas mucho en ti y a veces se te olvidan los demás. Quizás no te habías dado cuenta de que cada cosa que haces tiene un efecto en los que te rodean, pero sí lo tiene. ¡Tú actitud hace la diferencia! Te invito a que pruebes hacerlo y verás como te sientes mejor.
Recuerda que ¡ser buena onda es saber ser amigo!