Pegado con las Monster Divas han aparecido una especie nueva de hombres que tienen una mezcla entre Mirey y Macho VIP, en espera de la próxima candidata que haga toda la conquista mientras ellos se sientan a ser admirados y conquistados de todas las formas posibles, incluida su favorita, que es la sexual, sin que requiera de ellos el menor esfuerzo.
En verdad creo que las feministas de los años ´40s, quienes le pusieron el brassiere a la Diana Cazadora y luchaban porque las mujeres dejáramos de ser un objeto de placer, y que por supuesto tuviéramos participación social, voz, voto, trabajo, vida digna y demás cosas; estarían muy contentas de ver que ahora somos luchonas, votantes, importantes personalidades, ganamos dinero, somos tomadas en cuenta y hay una buena parte del presupuesto federal destinado al fortalecimiento de las mujeres. ¡Felicidades! Lo logramos, ¡¡yuppiiiiii!!...
Pero, PERO lo que no contemplaron estas mujeres, y creo que morirían de verlo, es que esta liberación se ha convertido en algunos casos en mujeres arrogantes, dominantes, agudas, criticas, mandonas, malhabladas, borrachas, promiscuas y autoritarias que por sentirse “LIBERADAS” van de cacería, o sea, a conquistar hombres en antros, bares, discotecas, restaurantes, fiestas, escuelas o trabajos y los persiguen hasta conquistarlos o más bien enredarlos y lograr que cedan.
Sin embargo, los hombres “conquistados” con trucos sexuales, invitaciones a comer, cenar, desayunar, viajar o lo que sea… de momento están felices con la oferta y lo FÁCIL que resulta acostarse con ellas, pero a la larga las dejan. Y esto no es lo peor, sino que durante la relación se comportan como Machos VIP. ¿Cuáles? Pues esos hombres patanes, sentados con las pompas en la orilla de la silla, las piernas arriba de una mesa, exigiendo su drink, su sexo, su “dinero”, su todo esto, proviniendo de su novia, amante, amigovia, free o como denomine a la pareja que tiene a su lado. A ella la tiene para beberle los alientos, complacerlo en todo y a cambio de ello la trata mal, la deja plantada cuando quiere, se va con otras, no es capaz ni de llamar por teléfono y si lo hace, le hace una “llamada perdida” para no gastar su crédito y que sea ella quien lo llame. ¡Uffffff! No hablemos de un detalle, un regalo, unas flores, ir al cumpleaños de la abuelita, participar en algo juntos, ayudarle en su mudanza… y bueno ya ni menciono abrirle la puerta, dejarla pasar, caminar juntos, desearle las buenas noches, tratarla con ternura. Jamás. ¡Que lo haga ella!, no que muy liberada”, eso piensan.
¡¿Cómo?! ¿Cómo un Macho VIP que tiene todo, con la mujer lo conquisto, la trata mal y la deja? Pues por eso mismo, porque los hombres que se precien de serlo, no quieren que la mujer los conquiste. La cacería pertenece a ellos. Los detalles y la conquista, pertenecen a ellos y LES GUSTA. Sí, para sorpresa de muchas, a los caballeros les gustan los retos, la conquista, el sentimiento de lograr algo con la mujer que ellos eligieron, y dije ELLOS ELIGIERON, no ellas eligieron. Así, con mujeres Dianas cazadoras en decadencia, no se lo logra el control, ni un paso más en liberación, sino que se logran los, HECHOS A MANO, MACHOS VIP. ¿Estamos seguras que queremos esta especie? Yo no, y en verdad deseo que vayan en extinción muy pronto.
Yo no sé de dónde salió la moda de las Monster Divas. No sé si fue por el exceso de exposición a las muñecas Bratz, del mal comportamiento de las artistas jóvenes mostrado en los tabloides o porque Miley Cirus hace vídeos eróticos después de ser una estrella infantil de Disney Channel. En verdad no sé de donde viene esta “onda”, pero lo que sí sé es lo mal que caen estas actitudes de femme fatal combinados con diva de Xochimilco y lenguaje de carretonera…
¿A quienes me refiero? Pues a estas jóvenes de entre 13 y 26 años que salen de sus casas con un cinturón como falda, escote triple V, maquillaje de televisión (o sea capa tras capa), pelo de leona -rizos de tenazas alborotados-, tacones de 13 centímetros y plataforma, bolsa de marca cara, por supuesto, cigarro en la mano y todos lo accesorios más chic que se puedan. ¿Las has visto? Si ya te estás riendo, es porque las reconoces o te suenan familiares… Y lo peor de todo no es el look sino su comportamiento que deja mucho que desear a lo que se espera de una niña educada en buenos colegios.
En cuanto abren la boca las Monster Divas, es para con voz de quejido, de película de María Félix en su peor escena, criticar algo e insultar con lujo de groserías y palabras prepotentes como: “naco”, “indio”, “patarajada”, “wannabe”, “prole”, “gente del submundo”, “aborígenes”, y un larguísimo etcétera. Con estas palabras denominan a todo aquél que se atreva a tratarlas como mortales nacidas en la tierra, pues ellas quieren ser tratadas como princesas, divas, realeza, clase superior, VIPs… y no sé que tantas tonterías que cruzan por sus cabezas sobre el nivel extra súper mega alto al que pertenecen. En mi opinión les vinieran bien tres nalgadas y dos kilos de “reality check” (que es cuando te das cuenta que nadie es más que nadie porque todos somos únicos y especiales) para regresarlas a la tierra y así que se dieran cuenta de lo afortunadas que son de tener bendiciones en la vida. Que aprendieran a compartirlas con quienes menos tienen en vez de restregar su dinero a la gente poco favorecida para ofender y humillar.
Otra de las características de las Monster Divas es que le creyeron demasiado a los consejos de ciertas revistas que dicen que el sexo conquista hombres y los deja comiendo de su mano y no sé que tanto… de esta forma piensan que sin son “zorras”, si van de cacería, si se ven muy abiertas con los niños, si ellas son quienes ligan, si ellas son quienes pagan, si ellas son quienes toman, si ellas dominan al antro, si ellas MANDAN, entonces son “lo máximo”. Esto, por supuesto, sin darse cuenta de que los hombres utilizan a las mujeres fáciles y que ahora además de fáciles, patrocinan en reventón, les ahorran la molestia de tomar la iniciativa para ligar, pasan por ellos, los conquistan y andan de “free” (sin compromisos) lo que les pone en charola de plata a los hombres ser machos pero ahora MACHOS VIP (la próxima semana les toca a ellos las pedradas).
Me da mucha tristeza que niñas hermosas, con todo el potencial para que un hombre las quiera, las tome en serio, se comprometa, las consienta, las conquiste, las valore, se pongan de tapetes al seguir una moda malísima que sólo afecta la imagen de estas niñas y luego cuando quieren volver atrás ya están quemadas como palomitas de microondas y nadie las toma en serio. Bien valdría la pena prevenir a las jóvenes de todos los efectos secundarios que tiene ser una Monster Diva.
México ha sido catalogado como uno de los peores países para trabajar debido a las pocas vacaciones, largas jornadas laborales, pésimo ambiente debido a la vorágine competitiva y faltas de honestidad en todos lo niveles… ¡No pues estamos fritos! El 60% de los mexicanos padece gastritis (por estar en el ácido todo el día, no se diga en el trabajo), el 50% de las mujeres han tenido depresión clínica al menos una vez en su vida y las dermatitis nerviosas van en aumento.
A esto yo me pregunto, ¿por qué nos cuesta tanto trabajo, trabajar? La principal razón es por qué ambientes que deberían favorecer nuestro desarrollo, como es el caso de los lugares de trabajo, parecen poner todas las condiciones de favoritismo y poca ética que desmoraliza a cualquier entusiasta del grupo de trabajo. Así cada uno de los mexicanos en nuestro micro comos, con nuestro micro impacto, nos hemos vuelto parte del problema al entrar a la cultura de “te meto el pie”. ¿Cuál…? Pues esa cultura que dice: “el que no tranza no avanza”, “aquí echamos la flojera pero todos…”, “saca lo que puedas de la empresa” y demás creencias que nos hacen parte de la corrupción y malas prácticas de negocios de las que tanto nos quejamos.
¿Cómo quitar esta corrupción personal que lleva a muchos a trabajar sin esmero, a sacar ventaja y a meter el pie a otros para que no avancen? Muy sencillo. Me gusta pensar que cada uno de nosotros somos seres integrales, es decir, no dejas en la puerta de tu oficina tu vida como padre de familia ni cortas con tu historia familia. Por mucho que la gente se esmere en decir: “hay que separar el trabajo de lo personal”, para mi sería como quitarte un brazo porque no sirve y luego usarlo de nuevo… ¡no se puede! Así para trabajar en equipo y estar contentos, la integración es lo principal. Comprender de raíz lo que está pasando cada miembro del equipo es vital para poder potencializar las ventajas, cualidades, virtudes y capacidades que cada uno de nosotros tenemos y así construir personas en los equipos de trabajo que tengan confianza para colaborar en el equipo.
Comparto que en mi vida personal, me siento feliz porque lo he logrado con un maravilloso equipo de trabajo que cada día se consolida de mejor manera, comprendiendo las situaciones de cada uno y compartiendo las propias, para de esta manera poder brindarnos apoyo mutuo. La labor social es una tarea que requiere de mucho apoyo y ánimo al espíritu que con frecuencia tiende a flaquera al ver tanta injusticia y dolor. Sin embargo, con un equipo que te quiere y acepta como eres; que no te mete el pie, sino que por el contario, edifica cada paso que das; cualquier tarea se vuelve no sólo fácil, sino divertida de hacer. Por ello, gracias a Alma, Mario, Demetrio, Adelina, Reyna, Edith, Greta, Itzia y Viviana, juntos hemos impactado a más de un millón de niños para prevenir y crear consciencia sobre el bullying y en el camino nos hemos llenado de gozo.
Me llama tanto la atención la forma de conducirse de ciertas mamás donde la sobre protección aparece de forma marcada ante cualquier cosa relacionada con sus hijos... ¿A qué me refiero? A la típica mamá gallina, a quien no le digan algo de sus polluelos, porque estalla engendrada en pantera contra quien se atreva a decirle cualquier cosa. Son mamás que se tapan los ojos ante las faltas de sus hijos y magnifican cualquier error de otro niño u otra mamá. Son mamás que creen que los niños en formación son seres perfectos que nunca se equivocan y que tienen la madurez digna de un sabio de 90 años…
Estas mamás generan conflictos y chismes donde nada importante sucede, como me comentó una señora a quien una bully mamá, ya amotinó a todas las otras señoras de un salón de clases en contra de su hija de 6 años porque llora mucho y no deja concentrarse a sus compañeros, además de que le sopló en la oreja a una niña y la mamá gallina casi muere ante semejante ofensa. Yo me pregunto ¿y la caridad? ¿No es algo importante a formar? Me cuesta mucho trabajo entender porque estás mamás hacen chismes en contra de un niño/a en formación que por supuesto tiene derecho a equivocarse y a tener alguna diferencia con otros niños. Considero que en algunos casos la sobre exposición al tema del bullying y el miedo a que sus hijos lo sufran, tiene a algunas mamás paranoicas cayendo en la exageración que las lleva a la grosería contra otras personas.
Otra cosa que me sorprende, es la posición de algunas mamás sobre a las familias donde hay divorcio o que son uniparentales… por el simple hecho de no caer en los estándares de la cajita de cereal con tintes de perfección, asumen que “hay algo muy malo con los hijos de estas familias” y exigen a las escuelas correr a ciertos niños por el simple hecho de no tener a ambos padres viviendo en la misma casa, como si esto fuera garantía de niños buenos, perfectos y decentes. Esta actitud es sin duda de una bully mamá quien no perderá ocasión en las juntas de padres de familia para difamar.
Y ¿cuáles son las herramientas de las bully mamás? Pues por supuesto que los CHATS ESCOLARES DE GRUPO donde con lujo de detalles y debates pueden despedazar a otra mamá (que por supuesto no está en el chat) sólo porque es diferente, le cae mal a alguna, hizo algo que consideran incorrecto o lo que sea… Lo mismo hacen con temas de vida o muerte como: “si hubo mucha tarea”, “si Cristóbal Colón no descubrió América como dice el cuaderno”, “que si la maestra es injusta o gritona”… y un sinfín de temas vitales que sólo estimulan en sus hijos la misma grosería y BULLYING que están viendo en sus mamás.
¿Cuando vamos a entender que la palabra mueve, pero el ejemplo arrastra? Sin duda, si eres una de las anteriormente descritas, un día no te sorprendas que tu hijo sea un bully, que despedace a las personas como lo hace su “adorable bully mamá” en los chats.
San Agustín dijo: “no hay tiempos tan duros que un hombre bueno no pueda vivir en ellos”… a lo que yo agregaría, sí sólo si, toma medidas duras. Es decir, ante la ola de corrupción que navega sobre las mentes de nuestros hijos para convencerlos de que el materialismo, la diversión malsana, la promiscuidad y la violencia son la conquista de la libertad y el uso de sus facultades individuales permitidas; los adultos, padres de familia, maestros y todos aquellos a quienes nos interese el mundo, requerimos tener posturas firmes y fortalecidas en argumentos para evitar que estas ideas se adentren de sus consciencias en formación.
Para ello, es necesario dejar atrás el relativismo, la permisividad y el justificar todas las cosas, tendencias que vemos crecer cada día al ser demasiado comprensivos en relación a los demás. Un asunto es la compasión, el no juzgar, el buscar el bien dentro de cada persona… y otra muy distinta, justificar sus malos comportamientos sin buscar solución. “Ser totalmente comprensivo le hace a uno indulgente”, dijo la escritora francesa Germaine de Staël, y resulta que en estos tiempos, ante la inminente ola de corrupción infantil, seguimos queriendo justificar el comportamiento humano y esperando que alguien, en vías de ser pervertido, recapacite “por consciencia” para volver al bien… Por supuesto que en la teoría, o en los rezos, sería genial que alguien elevara su consciencia así nada más, y que sin temor al castigo, a tener consecuencias o a una autoridad que pone orden, desistiera en sus conductas destructivas. Sin embargo, eso no sucede hoy. Ante miles de niños que se refugian tras una pistola para “jugar a la guerra” y obtener respeto y poder, después de hacer sido abusados, hacerlo resulta la oferta más atractiva a su alcance y la mejor opción disponible para evitar más abusos.
La raíz a arrancar, o el reto a superar, es, por supuesto, eliminar el maltrato infantil y lograr que cada niño tenga respeto, cuidados y atenciones que merece. El problema es que todos somos víctimas de víctimas y es muy complicado erradicar, en un dos por tres, la violencia aprendida que genera más violencia a quienes se procrea. El esfuerzo está puesto ahí y deberá seguir siendo el ideal pero en el inter se requieren medidas DURAS, PERSUASIVAS, LIMITANTES, EFICACES, SEVERAS Y TEMERARIAS para convencer a los menores de edad que la delincuencia no es un camino de respeto sino de destrucción… Que la cárcel y el castigo llegan a quien infringe la ley y que no es un juego dejar la espada de Star Wars por un cuerno de chivo. Hacerles saber que cuando matas y matas a alguien en el vídeo juego, estás cada vez más cerca de convencerte que no tiene nada malo matar en la vida real y que cuando un niño es maltratado necesita amor y atención, no volcarse a la violencia para evitar lo que repudia. Toda esta reflexión la he hecho, al ver la nota de la agencia de noticias Al Momento Noticias (www.almomento.mx) que DENUNCIA que cincuenta mil niños mexicanos han sido enrolados por el narco, las autodefensas y el Ejército, lo que me lleva a pensar en un ¿por qué? Y este es el resultado de mi reflexión.